Amatka, de Karin Tidbeck





Amatka, de Karin Tidbeck (Nevsky, 2016), llega en el momento adecuado. La editorial Nevsky presenta la traducción de la primera novela de la autora sueca en un tiempo donde parece que estamos reviviendo cierta revitalización de la CF distópica y ucrónica. No hace mucho teníamos la adaptación de El hombre en el castillo a TV, y este mismo abril se estrena la adaptación de El cuento de la criada, de Margaret Atwood. Y es que Amatka, citando a SergiViciana parece ser una distopía soviética.

Amatka responde a la cuarta colonia o ciudad humana del mundo. Es un mundo que no es el nuestro, pero desde luego es muy parecido. Tiene algunas curiosidades centradas en el lenguaje, como que las palabras definen la realidad, es decir, hay que marcar todo con su definición escrita, y mencionarla constantemente para probar la realidad de ese objeto o lo que sea. ¿Os suena de algo? Desde luego es un acercamiento a la distopía muy de Orwell y Huxley. Pero aquí viene la complejidad, no es el significado lo que da sentido al significante, sino al revés. Por lo que la realidad tangible está supeditada por completo al lenguaje. Esto quiere decir que cambiar una sola palabra puede cambiar la realidad por completo, lo que podría poner en peligro la estabilidad no solo de la colonia Amatka, sino de algo mucho más grande. Quizá incluso de la propia existencia.

¿Complicado? Para nada. Y aquí viene lo grande de Amatka, Karin Tidbeck nos introduce a estos conceptos tan complicados con mucha mano, utilizando ejemplos, situaciones y contextos, y no tira de infodumps ni de explicaciones directas. Los personajes interactúan entre ellos y a partir de ciertas relaciones, entendemos los conceptos. Hay capítulos que funcionan a modo de relatos para introducir diferentes conceptos o personajes, y esto lo he achacado a la calidad de relatista de la autora. Karin Tidbeck es la autora de la antología de cuentos Jagannath que también publicó Nevsky y que, aunque me parece mucho más redonda que Amatka y más recomendable para entrar en la autora, creo que tiene ciertos puntos en común, ya no solo de estilo, sino de temática.



Amatka también tiene cosillas que no me han gustado, como la introducción de personajes arquetípicos que solo sirven a un propósito puramente argumental y que carecen de la humanidad o profundidad que uno necesitaría para considerarlos “personas”. El lector comprende que son “cosas” y le importa un rábano lo que les ocurra. También me parece interesante la mirada hacia el Estado/Gobierno de Karin Tidbeck. Recordemos que es sueca, y Suecia tiene un modelo de gobierno envidiable. Escandinavia es esa región inhóspita a medio camino entre Europa y los antiguos estados soviéticos. Es decir, los cuatro estados que he mencionado antes, son comunistas sin tapujos. Tras tres años de vivir en Dinamarca (que diría que es el país menos escandinavo de Escandinavia), uno entiende todavía más el motivo de esto.

En Amatka el trabajo ha de ser constante para evitar la degradación de la colonia. Ya sea porque los materiales se desgastan rápidamente o porque es necesario refrescar continuamente el lenguaje. Creo que el libro sufre de algo parecido, y es que como os he dicho Tdibeck es una excelente relatista, pero creo que la novela sufre en la extensión, y Tidbeck parece que trata de solventar este problema tratando de unir pequeños mini-arcos argumentales a modo de relato que le van insuflando vida según el lector podría ir cansándose. No sé si es una estructura ideal para una novela, pero aunque es un pelín torpe, me ha funcionado. Además, da la sensación que la autora se ha dejado cosas en el tintero, que se ha contenido por no agobiar, o quizá por dejar espacio para la reflexión. En cualquier caso, la edición de Nevsky es excelente, con una traducción pulida de Marian Womack y una ilustración de Zuri Negrín que es una gozada. Desde luego, no puedo dejar de recomendar esta novela. Karin Tidbeck es la promesa sueca de la fantasía.

Comentarios

  1. Hola :) Como sabes me he comprado ambas en la Eurocon, pero como bien dices en el editorial, la tiranía de las novedades es tan fuerte que no podemos leer todo, y algunas se quedan atrás. Creo que empezaré por los relatos como aconsejas, aunque ambos tienen una pinta genial. Un abrazo^^

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  2. Ambas son extraordinarias. Yo leí primero Amatka y en Sant Jordi aproveché para comprar Jagganath. Me ha dejado flipado esta autora. Imaginación a raudales y una prosa tan exquisita como sencilla. Curiosamente el relato Jagganath me ha parecido -máomeno- una mezcla de tres de mis relatos clásicos favoritos: "Amor es el plan el plan es la muerte" de la autora que firmaba como James Tiptree Jr, "Madre" de Farmer y "Los operadores humanos" de Harlan Ellison. Imprescindible.

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